Martyrs

Hace algún tiempo vi una película catalogada “gore-terror”. Hoy la he recordado y a pesar de los meses transcurridos me ha invadido un cierto escalofrío. La verdad sea dicha, no es un género que me entusiasme (de hecho la mayoría de películas que he visto de ese estilo me han producido más hilaridad que horror); pero en esta ocasión resultó ser algo diferente. He de reconocer que comencé a verla con cierto escepticismo, por la razón anteriormente descrita, aunque con la esperanza infundada por el cine francés que hasta entonces conocía (muy orientado en el drama que, como amante de las buenas historias, me apasionan). Pero como ya digo, esta vez sería distinto.

Martyrs es ese tipo de cine que cualquiera no es capaz de aceptar; y no ya solo por el hecho de que hiere sensibilidades profundamente y revuelve estómagos de acero… Martyrs es una película que habla a cada golpe, a cada gota de sangre, a cada llanto y a cada suspiro.

Y es que hablar sobre la violencia parece fácil. Nos dicen que estamos inmunizados, que las noticias, el cine o los videojuegos nos han vuelto insensibles ante la violencia. Pues yo le digo a todos aquellos que piensen semejante cosa que la vean, que vean esta película y en versión original a ser posible. Nunca antes nada me había transmitido esa sensación de “desasosiego”; y no nos confundamos, no estamos hablando de estar en tensión porque no sabes cuándo te van a dar un susto. Aquí estamos hablando de sufrir junto a las protagonista una agonía profunda y brutal. De vislumbrar lo que es la violencia, el terror, la desorientación más absoluta… e incluso la propia pérdida del sentido de la realidad.

El director de este film (Pascal Laugier) ha sido tachado de malo, gratuito… y la verdad es que no lo entiendo, por dos razones:

1º - Sin entrar a valorar técnicamente la película (que la verdad, para mi raya a un nivel soberbio) y centrándonos en qué nos quiere contar y cómo lo hace: el director habla de violencia y lo hace de forma cruda, directa, sin dejarte respirar. Pero ¡ojo! En ningún momento se trata de enseñar litros de sangre y kilos de vísceras por doquier, sin ton ni son. Aunque es comprensible que en un principio lo parezca, pues como ya digo te está mostrando qué es violencia.

2º - También he leído que se excede en el sadismo… ¿se excede realmente? ¿acaso una mente sádica y perturbada se pone límites a la hora de perpetrar su crimen? Claro que el hilo conductor del guión es muy fino, a veces confuso; durante toda la película tienes la sensación de que “no está bien lo que estás viendo” de que tanto sadismo junto no debería recrearse y mostrarse al público… que es algo que solo puede salir de una “mente enferma”… Pues sí, precisamente de eso se trata, eso es precisamente lo que el director nos quiere decir (al menos desde mi punto de vista). Fuera de la ficción cinematográfica, la violencia es mucho más extrema de lo que somos capaces de imaginar.

Por último, añadir una pequeña reflexión: Después de la cantidad de monstruos, robots, alienígenas y extrañas criaturas que nos han mostrado… ninguna es tan terrorífica como el ser humano… y que la película se llame “Mártires” no creo que sea aleatorio y mucho menos gratuito.

Concurso

Ciclos altamente reconocibles.
Bifurcaciones no elegibles.
Premio de consolación ya adquirido.
Faroles absolutamente detectables.
Posesiones no concienciadas.
Emociones supuestamente compartidas.
Escapismo barato de realidades.
Negaciones absurdas de lo evidente.


Reglas ajenas.
Miedos eternos.

Cortocircuito

No logro a comprender como una simple caricia (simple… ¡qué curioso lo rápido que se puede decir!) pueda descargar toda la electricidad que días enteros tardan en acumular. Aunque, en cierta medida, eso explicaría que seamos seres electromagnéticos: ¿acaso es nuestra carga eléctrica la que atrae?

Una simple (¡otra vez!) chispa que lo apaga todo. ¿Habéis pasado un día entero sin electricidad? Imaginaos por un momento que despertáis y la electricidad ha desaparecido. Al principio no te das cuenta, es de día y la luz del Sol embriaga lo suficiente; pero conforme se acerca la noche se ciernen tinieblas, cada vez más densas y de las que no tienes medios de resarcirte.

No logro a comprender como el encuentro de dos huellas dactilares sea suficiente para disipar cada uno de los coloridos matices que nos rodean…

Ratas

El Emisario de la Muerte

Desde tiempos inmemoriales se conoce que la Muerte, armada con su guadaña, visita a aquellos que se hallan en el umbral de su vida. Pero con la llegada de las ciudades, la raza humana comenzó a multiplicarse, lo que tuvo como consecuencia que la Muerte se encontrara saturada de trabajo.

Debido a la imposibilidad de la Muerte para ir a recoger a todos aquellos que en sus últimos momentos se encontraban, decidió buscar una criatura en la que delegar sus funciones. Pronto descubrió unos pequeños seres que cohabitaban ocultos entre los humanos y prácticamente igualaban en número: las ratas.

Decidió entonces llamarlos Múridos y convertirlos en sus emisarios.

Desde entonces cuando alguien está a punto de morir siempre recibe la visita de una rata, esto ha provocado que las personas las odien, las rechacen y sientan repulsión por ellas; pero lo que desconocen es que realizan una obra que ninguna otra criatura del planeta está dispuesta a realizar.

Tertulia

Conversación de roedores:


Rata de Alcantarilla - ¿Cuánto eres capaz de mantener una situación insostenible?

Lirón - Es soportable cuando no hay alternativas.

RdA - ¿No tienes más opciones? Eso suena a excusa para no afrontar la realidad.

L - Lo sé...





RdA - ¡Bonito embalse!

Castor - ¡Pues permanece a ese lado del río!

RdA - Pero si yo solo decía...

C - ¡No te atrevas a cruzar!





Ardilla - ¡Hola!

RdA - Hola.

A - ¿Cómo estás?

RdA - ...

Eones

En vísperas de mi vigesimoquinto cumpleaños me replanteo (¡una año más!) la expectación de celebrar nuestro avance en el tiempo... y, de hecho, es digno de celebrarse que no hayamos sucumbido ante la fatalidad.

Pero, a pesar de achacarme posibles tópicos, no deja de resultarme cuanto menos curiosa la aleatoriedad de que recordemos nuestra vitalidad una vez al año, como algo esporádico. Aunque no solo queda ahí, celebramos la mayoría de acontecimientos de forma anual, se ve que el concepto de aniversario ha calado muy hondo en nuestra tradición.

A pesar de ello (e intentando no emular demasiado al archiconocido ¡Feliz no-cumpleaños!) me gustaría poder reafirmar la excepcionalidad de mi existencia más de una vez al año, aunque sea de forma puramente personal/reflexiva.

¡La verdad es que siempre me ha gustado recordar que estoy vivo… y alegrarme por ello!

Reflexión I

Condenados a ser libres… ¿acaso es posible entender el mundo de otro modo?

¿Quién o qué puede impedirnos el decidir? Incluso cuando nos negamos a ello, pues no decidir, dejarnos llevar por el devenir de los acontecimientos sin tomar pie en ellos, es una decisión en sí misma, decisión de “no decidir” si se quiere llamar así.

En definitiva, condenados a ser libres (¡bendita condena!), pues no hay medio coactivo, por más profundo que sea, que decida por nosotros en última instancia. No hay mayor esclavo que el que se siente como tal y se resigna a ello. Ni siquiera el soldado, increpado por el Estado a luchar contra sus propios valores, se encuentra totalmente coaccionado, pues su conciencia queda, en última instancia, para él, en tanto en cuanto que sus valores son intrínsecos y libremente decididos.

En un mundo cada vez más manipulado, estrangulado y vilipendiado, el individualismo, y si, repito, individualismo, común y desgraciadamente confundido con egoísmo (esa creencia en la cual lo propio es lo mejor e insuperable, esa aberración humana de que somos lo mejor por pura conveniencia propia), se hace más necesario que nunca, pues frente a los valores impuestos no hay mayor lucha/contraposición que los valores libremente propios, valores que creamos y sintamos como más justos, más bellos, en definitiva… más humanos.

Diálogo

*De acuerdo, te puedes marchar si quieres…

*¿Y qué voy a hacer contigo?

*Eso a mí no me incumbe.

*¿Crees que puedes decidir?

*Tú ya lo has hecho por mí, pero esta vez es la última.

*¿De verdad te intentas resistir?

*Ahora veo lo débil que eres.

*¿Cómo superarás que mi imagen te atormente día y noche?

*Me atormentará mucho más si te quedas, eso lo tengo claro.

*¿Desde cuándo pretendías deshacerte de mí?

*Estoy cansado de que me bloquees a cada paso.

*¿Vas a ser más feliz a caso?

*Voy a ser más yo, con eso me basta.